Acerca de mí
Soy de península y cuando vine a trabajar a Tenerife (año 2000) tuve que buscar piso, y siempre me pedían un avalista, aún siendo funcionaria, por lo que habiendo vivido un calvario, no pido avalista, sino que entiendo que uno con su propia nómina como funcionario es prueba de seriedad y garantía para las partes. Por lo que ahora que se ha ido el último inquilino, vuelvo a ofrecerlo con la ilusión de encontrar a personas que lo cuiden como si fuera suyo, porque en definitiva, una vez se alquila quién lo vive es quien lo hace suyo.